Surgió como una iniciativa solidaria de tercer año del Colegio Secundario, quienes eligieron como destinatarios de lo recolectado a los alumnos de la Escuela Especial “Carolina Tobar García”. Trabajaron ambos grupos elaborando carteles, recorriendo los diferentes cursos para promocionar la campaña y solicitando a sus propios familiares y amigos la colaboración.

Trabajaron con entusiasmo juntando abrigos y calzados, desde el lunes 14 hasta el 30 de Abril.

El viernes 2 de Mayo, por la tarde, se reunieron a clasificar y organizar las cosas.

Luego, se dividieron en diferentes grupos para organizar actividades recreativas que compartirían con los chicos el día de la entrega. La misma fue fijada para el jueves 15 de Mayo.

Ana Laura Sosa, de 3º 2º, nos relata cómo lo vivió:

Todo empezó como una simple campaña solidaria, fue el proyecto que elegimos para trabajar juntos como curso en la hora de Tutoría, y decidimos llamarla “Campaña del abrigo”. Luego se unieron los chicos del otro 3º año, quienes también tuvieron una iniciativa similar. Trajimos una lista de lugares a los que podíamos destinar la ayuda, luego votamos entre todos y fué elegida la escuela Tobar García. Poco a poco, cada uno de nosotros nos fuimos acercando más a este proyecto, ya sea buscando información sobre la escuela que íbamos a visitar, recolectando ropas de invierno o haciendo propaganda de la campaña.

Fueron pasando los días y se acercaba la esperada fecha de entrega, de tan solo pensarlo nuestros corazones se llenaban de alegría al saber que podíamos hacer algo por estos chicos, saber que este invierno no íban a tener frío, saber que podíamos ayudarlos.

El viernes 2 de Mayo, nos reunimos en la casa de una compañera a clasificar las ropas y nos repartimos las que había que acondicionar (lavar, coser, etc.).

Un día antes de la entrega, después del campo deportivo, las chicas se fueron a ensayar Casi Ángeles, caída va, caída viene, el baile salió. Mientras ellas bailaban dos compañeras más y yo hacíamos cartelitos para los chicos.

Cuando llegó ese jueves 15 de Mayo, el día de la entrega, todas nos fuimos al baño y nos cambiamos; nos reímos de las caras de las chicas, todas pintadas con la nariz roja de payaso o con el pelo violeta, amarillo o azul; luego subimos al colectivito y nos pusimos a inflar globos; de 100 que inflamos quedaron vivos 50 más o menos. Estábamos llegando a la escuela, queriendo estar allí y entregarles ésas ropas, ésos caramelos y estar por lo menos solo una hora con ellos y hacerlos felices.

Cuando llegamos nos recibieron con una felicidad, como si estuvieran viendo algo extraordinario, y éramos solo nosotros, unos simple chicos que fueron a visitarlos. Como dije , digo y voy a seguir diciendo, ese fue un acto muy hermoso de nuestra parte, y para nosotros fue tan simple , pero no nos dimos cuenta de que con tan solo regalarles una sonrisa ya le regalábamos el día más felíz de su vida.

Esto nos sirvió de enseñanza, hay que saber compartir las cosas que tenemos con los que no tienen, ayudarlos, regalándole una sonrisa , jugando con ellos hacerlos reír, y por último y lo más importante, hacerlos felices.